DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A SU ÚNICO HIJO, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREE, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
EL QUE EN EL CREE, NO ES CONDENADO; pero el que no cree, ya ha sido condenado...
Y esta es la condenación: que LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, porque sus obras eran malas.
Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a ella para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:16-21

28 de diciembre de 2010

Nuestra lectura de hoy, martes 28 de diciembre

2 Corintios, capítulos 6 al 8

No se unan en yugo desigual con los incrédulos; porque: ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente... (2 Corintios 6:14-16)

No armonicemos con el mundo, busquemos estar en paz con Dios. Porque 'el que quiere ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios'. (Santiago 4:4)
No formemos matrimonios con incrédulos, ni hagamos alianzas con ellos. Somos un pueblo diferente, llamados a ser santos y a servir y a adorar al único y verdadero Dios, llamados a hacer Su voluntad y a amarle con todo el corazón.
Apartémonos de todo aquello que contamina nuestro cuerpo y espíritu, para agradar en todo a nuestro Padre.

1 comentario:

  1. amèn que nuestra intenciòn al estar con ellos sea la de ganarlos para Cristo!

    ResponderEliminar